Por Gustavo Huicochea Hernández. Reevo.
El diagnóstico es el punto de partida para cualquier trabajo correctivo dentro del taller. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, este solo se hace cuando el cliente reporta una falla, dejando de lado las oportunidades de identificar otros mantenimientos requeridos y recomendar trabajos adicionales que el cliente puede autorizar o programar, generando mayores ingresos para la empresa.
Ya sea que el cliente visite el taller por un servicio preventivo o correctivo, ofrecer el servicio de diagnóstico general es una de las mejores herramientas de venta cruzada, el cual, generará mayores ingresos, reduciendo retrabajos, ganando la confianza del cliente y evitando la percepción de abuso, ya que una creencia popular es que el taller recomienda el mayor trabajo posible para ganar más, aunque este sea innecesario.
El valor del diagnóstico es prevenir
El diagnóstico tiene como propósito identificar, aislar y dar a conocer problemas incipientes en los vehículos, evitando un problema mayor que genere una visita de emergencia al taller con grúa incluida. A través de una serie de inspecciones visuales y pruebas que no impliquen desarmar componentes demasiado complicados, nos permitirá recomendar servicios adicionales basados en evidencias.
¿Cómo un buen diagnóstico nos ayuda a generar más?
Las fallas raramente se presentan de forma aislada, el mal funcionamiento de un componente empieza a exigir un sobreesfuerzo en todo el sistema que terminará reduciendo el tiempo de vida de algunos otros elementos, lo cual, podría generar fallas consecutivas que terminarán como complementos o garantías de un servicio. Al diagnosticar correctamente, solucionaremos la falla de raíz y todo daño generado a partir de ella, incrementaremos el presupuesto de la reparación, ahorraremos costos de mano de obra por retrabajos e incrementaremos la satisfacción del cliente, incluso, podremos programar próximos servicios para reparar aquellos componentes que no sean críticos.
Por otro lado, los clientes normalmente no están al tanto del desgaste de ciertos componentes, los cuales, si no son atendidos a tiempo, pueden generar un daño mayor. Es por esto por lo que dentro del diagnóstico se deben integrar inspecciones visuales y pruebas a cada uno de los sistemas, que permitirán evaluar componentes y recomendar acciones en caso de ser necesario.
El reporte
Es importante que el cliente entienda la información generada, es por esto por lo que las recomendaciones, resultados y evidencias de las inspecciones y pruebas, alineadas con un formato claro, darán al cliente la tranquilidad y confianza que busca. Algunos de los puntos a incluir en un reporte de diagnóstico son:
- Datos del cliente y su vehículo
- Recomendaciones de servicio
- Observaciones del cliente
- Prueba de ruta
- Inspección de cada uno de los sistemas
- Inspecciones visuales
- Pruebas
- Códigos de falla almacenados
- Señales de referencia que evidencien las fallas
- Evidencia fotográfica o audiovisual
- Entre otros.
Dentro de las recomendaciones es necesario agrupar y priorizar. Es claro que unas recomendaciones son más importantes que otras, unas pueden esperar y otras son de atención inmediata, sin embargo, el cliente debe ser informado del orden de importancia, las consecuencias en caso de no hacerla y presupuesto de cada una. Al final el cliente tomará la decisión.
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